ExPresaMente

El Blog de Sandra Gómez

Te doy mi palabra de Amor

En cada paso que daba en mi camino aprendía cosas. ¡Cómo lo estaba disfrutando! Y no solo cosas en sí, sino también cosas sobre mí. Mi propia perspectiva sobre cada concepto o idea, suponía un autoconocimiento más allá del imaginable. Cosas que antes había considerado negativas, ya no lo eran tanto, reflexionar sobre ellas me ayudaba a comprender ahora tantas cosas… Me sentí agradecida a la vida por darme esa oportunidad de aprender, de ir más allá. Viví uno de esos momentos en los que miramos alrededor y vemos belleza en todo, la vida en las cosas. En ese momento apareció en mi mente una de las palabras más bonitas que existen: el AMOR.

Reflexionar sobre el amor es reflexionar sobre la vida. El amor es muchas cosas y existe en mil maneras. El amor es para el mundo lo que el Sol es a la Tierra. Si no existiera, el mundo seguiría girando en un ambiente completamente gris. El amor lo es absolutamente todo. Sin el amor de tus seres queridos, nada sabría tan dulce, sin el amor hacia lo que haces, tu día a día no tendría sentido, sin el amor a tu entorno, no disfrutarías una escapada. Alguien me dijo una vez una frase que recordaré siempre: “si comes una manzana con amor, te sentará bien, si no, no”. ¡Qué cierto es! Cuando sentimos lo que hacemos o a quien tenemos delante con amor, nos volvemos imparables, hay una fuerza mayor que nos exige vibrar.

Piensa un momento, ¿qué es lo que más quieres en este mundo? Probablemente, sin pensar siquiera, se te haya aparecido mentalmente alguna persona, o quizás algún proyecto. No te preocupes, nos pasa a todos. En realidad, lo que más merece tu amor eres TÚ MISMO. Y no, no es una afirmación egoísta. El amor hacia uno mismo no es un rechazo o desprecio a todo aquello que nos rodea, sino una señal de respeto a todo ello. Si recuerdas el ejemplo: no puedo enseñar a cocinar un flan si nunca he hecho uno, al igual que no podré amar a nadie si no sé amarme a mí. De hecho, si piensas en alguien que no te ha tratado demasiado bien o no ha sabido quererte como merecías, pregúntate: ¿crees que esa persona se quería a sí misma? El amor en otros no se encuentra, se reconoce.

Quizás ese amor propio es el más difícil de cultivar precisamente porque somos nuestros mayores jueces. La autoaceptación y el afán por mejorar raras veces nos dejan amar lo que somos sin anhelar aquello que querríamos ser. Un buen truco es que te observes desde fuera, ¿qué diría alguien que te conoce bien de ti?, mira una foto tuya detenidamente y sin juzgar ¿qué ves? ¿qué inspiras? Todo esto puede trabajarse, mejorar, pero recuerda que el amor hay que sentirlo, no construirlo. Por tanto, permítete escuchar lo que late dentro de ti sin juicios, como quien escucha y observa a un niño. Recuerda que serás tú quien pase el resto de tus días contigo.

Confía en mí, merecerá la pena. Cuanto más amor sientas, más amor te regalará la vida en forma de personas, cosas, experiencias o ideas. Cuando sientas verdadero amor dentro de ti, disfrutarás del placer de compartirlo, ¿puede haber algo más bonito? Acompañado, el amor se hace tangible. Un día tomarán tu mano de tal forma que no querrás soltarla, un día vivirás tu proyecto de vida sintiendo amor por cada acción que tomes, un día sentirás que lo fuerte que late tu corazón o vibra tu cuerpo de felicidad será inmenso como para poder ser expresado con palabras.

El amor es aquello que mueve el mundo, y es capaz de hacer divino lo terrenal. Un beso solo es un beso, pero un beso con amor, amor de verdad, realmente puede conseguir que lo que sientas no tenga nada que ver con que estés pisando suelo firme. Esto ocurre porque una vez puedes compartir todo ese amor que te invade, se multiplica. Cultívalo, haz que crezca, no dejes jamás de quererte, de dar amor, de compartirlo, de sentirlo. ¡Es gratis y no existe una sensación mejor!

Olvídate de todos tus billones de células como tal, son diminutas partículas de vida, y ya sabes que el amor es vida. Olvídate de la biología, porque tú estás hecho de amor. Prueba a no sentir amor por ti, algo o alguien y atrévete a confirmar que te sientes vivo. ¡Ámate con locura! ¡Ama con locura! Sin miedos, sin juicios. Tienes nada que perder y todo que ganar.

“Odiar es para flojitos. La gente fuerte ama , ama un montón.”

alegoríaautoconocimientocomunicacióncrecimientocuentosdesarrollo personaldescubrimientoevoluciónexpresiónliberaciónmenteviaje

Sandra Gomez • 15 septiembre, 2016


Previous Post

Next Post

Deja una respuesta

Your email address will not be published / Required fields are marked *