ExPresaMente

El Blog de Sandra Gómez

1

¿Puedo Dudar?

Mi niña interior corría por la sala. Había mucha gente. Podía sentir las risas de los otros niños, corriendo y disfrutando como lo estaba haciendo yo. Realmente, nada más importaba, ni siquiera los deberes que teníamos que hacer en casa después de la fiesta. Era aquí y ahora. ¡Qué gran momento! Y de pronto te ponen el abrigo y comienzas a dar besos y abrazos de despedida. En ese momento se te acerca alguien y mostrándote dos caramelos, te pregunta sonriente si quieres el de fresa o el de limón. “Esto debe ser una broma.”, piensas, “quiero los dos, por supuesto”. Y entonces ves que hay más niños y has de elegir uno; sin embargo, dudas tanto que finalmente coges uno al azar. “Limón. Bueno, está bien”, te susurras desenvolviendo el caramelo antes de dar las gracias y marcharte.

Aquí hay algo que no cambia, y es que tu niño interior nunca se marchará, puesto que vive en ti, y yo, puedo aún sentir a la mía mirando un escaparate gigante de caramelos yendo y viniendo sin saber escoger uno. Elegir implica cosas, pero la más importante y la que más miedo da es descartar. Si escojo una cosa, ¿qué me estoy perdiendo al no escoger las otras? Se dice por ahí que no te enfoques en lo que pierdes, sino en lo que ganas, y estoy cien por cien de acuerdo con esa afirmación, pero también te diré algo, y no tienes porqué creerme, pues no tengo verdades absolutas en mis palabras, solo experiencia propia, DUDA, porque no es malo dudar.

Creo firmemente en el ser humano en toda su plenitud, y los momentos de duda e incertidumbre son muy necesarios, de hecho, si jamás los sufres, eres definitivamente un ser superior… Felicidades (o no). He pasado unos días lejos de todo y más cerca de mí, y el motivo era precisamente eso, comenzaba a dudar de todo, de mí misma, de mis posibilidades, de donde poner mi foco, de cómo proceder… y lo peor de todo, castigándome por estar vacilando de esta manera. Decidí, por tanto, alejarme un poco de ello y simplemente fluir un poco más, hacer las tareas del día lo mejor posible y no cavilar tanto. Tras unos días así, siempre verás algún tipo de luz, yo la he visto, ¿y qué me ha enseñado? He mirado de lejos estos días y he llegado a una conclusión que ni siquiera había valorado antes, el mayor problema en esos días no ha sido esa inseguridad o incertidumbre, sino mi percepción sobre ellas.

He observado esa indecisión como algo perjudicial, sin darme cuenta de que forma parte de mí y mi humanidad, la he demonizado de tal forma que no me he permitido ser real, ser persona. Puedo dudar, como todos. De hecho, creo que es buenísimo. No es que ahora disfrute de una mayor claridad, lo puedo asegurar, pero comienzo a estimar esas dudas como grandes impulsoras de mi vida. Si dudo es porque valoro cosas diferentes, y si así ocurre, es debido a la gran suerte que tengo de contar con opciones y poder elegir, valorar, combinar, fusionar y descartar. Y da igual que no haya respuestas ahora, confío en la vida y en que mi mente, y sobre todo mi corazón, señalarán la mejor solución en cuanto la reconozcan.

No es nada fácil vivir sin rumbo, sentirse perdido y no ser capaz de tomar decisiones, pero aún lo es menos si te mortificas por ello, pues esto solo añade otro “problema” más al conjunto, minando además tu autoconfianza y seguridad. Por tanto, duda, no te quedes ahí siempre, por supuesto, pero no reniegues de esos momentos menos agradables y certeros, también tienen algo que enseñarte. No te sientas mal por no saber elegir entre fresa y limón, puede que tras infinitas dudas mañana descubras que prefieres el sabor a naranja. La vida es eso, sorpresa.

alegoríaautoconocimientocomunicacióncrecimientocuentosdesarrollo personaldescubrimientoevoluciónexpresiónliberaciónmenteviaje

Sandra Gomez • 29 octubre, 2016


Previous Post

Next Post

Comments

  1. Antonio Cerdán 8 diciembre, 2016 - 10:46 am Reply

    Acabo de descubrir tu blog, Sandra, «por casualidad».
    He leído una de tus reflexiones, la última, «Si no toca, me toco», la que encontré por azar en facebook, y esa me ha llevado a la anterior y a una más y otra… he leído unas cuantas de seguido y reconozco que todas ellas me han encantado… pero he descubierto que hay mucho más detrás de esta primera lectura de simplemente «gustarme» tu forma de relatar y que tengo que hacer muchas más lecturas porque cada una de ellas tiene mucho más que aportarme, y que ayudarme a descubrir.
    He sentido conexión con lo que expresas; para mi no son simples pensamientos sino sentimientos… y muy bien expresados, por cierto.
    Así que me he guardado el enlace con la firme decisión de releerlas mas veces.
    Pero en este punto no quiero cerrar el blog sin más e irme a otra cosa sin valorar lo que me ha llegado y hacerte llegar a ti mi sincero agradecimiento, Sandra, por escribir estas valiosas reflexiones y dejarnos compartirlas. GRACIAS!
    Un abrazote y sigue escribiendo, guapetona.

Deja una respuesta

Your email address will not be published / Required fields are marked *